Al pie de la montaña, en la meseta, hay una radio, o dos, o miles.
Tantas, como posibilidades hay de soñar.
Nace, y los nehuenes que la fortalecen, dibujan formas nuevas.
Y viajan, acurrucadas junto al viento.
Viaja la voz, viaja la palabra.
Callamos para escuchar otras lenguas, otras formas, otros mundos.
Callamos para oír a los que siempre fueron callados.

jueves, 27 de enero de 2011

“Hay mucha historia que no se cuenta” Entrevista al poeta Chele Diaz.

En la primera entrega de esta nota, repasó lo que fue el movimiento revolucionario de 1810 y sus antecedentes. Y dónde cabían - o no –  los pueblos originarios y las clases populares en ese proyecto. Ahora la mirada es desde la Patagonia, nuestra región. Los paisanos y Rosas, el “héroe” Moreno y su mentor Zeballos. El Chele sabe de historia. Y está bien compartir su saber.

“En todos los escritos de la época de la Revolución de Mayo, lo primero que surge es que desde 1806 en adelante…, desde las Invasiones (inglesas) hasta que se concretó la Revolución, hubo hechos que están vinculados a los pueblos originarios. Estos siempre ofrecieron su ayuda. Porque convivían con los criollos en la ciudad de Buenos Aires. Compartían y sufrían las mismas opresiones, porque se habían acostumbrado a recibir lo que el monopolio comercial de España les enviaba o les quitaba. Cuando ofrecieron su ayuda muchos dijeron ‘eso está bien, porque estos indios son de acá…’ El pensamiento de Moreno, Belgrano, San Martín…”

¿Qué cambió en esa clase dirigente para que se llegue a 1879 y el Estado argentino produzca la llamada Conquista del Desierto?

Nada… Ganaron los mismos que intentan ganar hoy día… los hijos de los estancieros. Si uno mira la historia se encuentra con que (Juan Manuel de) Rosas, cuando lleva adelante la primera “conquista del desierto”, estaba emparentado con todos. Los López Osornio y los grandes estancieros eran sus parientes. Y lo que hicieron fue ampliar la latitud de sus campos… Y como no había alambrado, se hicieron amigos de los paisanos. El proceso era hacerse amigos de los indios y después irlos corriendo 20 kilómetros más allá… porque estaban “amistosamente conquistados”… los iban corriendo cada vez más… Hay mucha historia que no se cuenta, como lo de las grandes rebeliones. El “gran malón” de 1875 se debió justamente a que uno de los Catriel se rebeló contra uno de sus hermanos que era aliado (de los criollos) desde 1830… Y dice: “No. Nos van corriendo y cuando les decimos que nos compren el campo nos dicen si, firmamos, y no nos traen nunca el dinero. Nos siguen trayendo aguardiente, yerba… pero no el dinero para que nosotros nos forjemos como estancieros…” Ese “gran malón” de 1875 fue justamente una rebelión…

Pero pasó a la historia como “malón”, pillaje y saqueo…

Claro. Que era lo mismo que hacía el Ejército… El Estado argentino se formó a partir de 1862, con Mitre después de Pavón. Pero mientras tanto, la política de Rosas (con respecto a los originarios) la siguieron los otros… Y hubo presidentes como Sarmiento y Avellaneda que fueron los que concretaron la derrota bélica de los paisanos, porque trajeron armas superiores. Hubo una superioridad tecnológica y ya se les hizo imposible resistir el avance…

¿Cómo se puede ver el Bicentenario desde la Patagonia? Porque la región estuvo ajena a ese proceso de la Revolución de Mayo…

Desde 1790 estaba Carmen de Patagones… Este era el lugar al que acudían todos los paisanos a intercambiar mercadería e incluso era un lugar de convivencia. Además cualquier historiador sabe que era como un “depósito” de gente que no querían en Buenos Aires. Y había muchos negros, indios y criollos pobres… También estaba el Fuerte de San José, acá en la Península (de Valdéz). Cuando se produce la Revolución eso queda olvidado. Esto tiene que ver con la atención hacia las provincias que se consideraban consolidadas. Las de Cuyo, las del Norte y Corrientes, que incluía Paraguay y todo lo que es el litoral… y Entre Ríos. Esas eran las importantes… Patagonia pasó a ser importante recién a partir de la llegada de Rosas al poder, cuando se vinculó con paisanos que necesitaba como aliados - Coliqueo, entre otros… y Calfucurá, después - para combatir a los indios que lo combatían a él… Toda esa paisanada que estaba en el sur de Córdoba… San Luis, se rebelaba contra la política usurpadora de tierras de su gobierno. Entonces eso a lo que llaman “aluvión”, “invasión” de los araucanos fue parte de una estrategia de Rosas en connivencia con los gobiernos de Chile, que a quería sacarse de encima a esa gente que les proponía lucha constante. Además tanto a los comerciantes de Chile como a los de Argentina les convenía que el ganado de acá se fuera para allá. De hecho había grandes poblados en lo que hoy es la provincia de Neuquén donde vivía la gente que hacía el tránsito y el negocio, ahí cerquita de la frontera, con el ganado que venía de las pampas…

Había grandes intereses económicos… No sólo por la tierra, sino por ese comercio del ganado que era muy grande y que los paisanos eran los que mejor lo conocían ¿no?

El paisano era el que mejor podía hacer esa travesía de semejante distancia arriando ganado. Porque conocía el territorio, las aguadas… los lugares donde debía parar… Eso pasó hasta que personas como (Luís) Piedrabuena - a quien se lo recuerda poco en Patagonia y en la historia argentina - vino al sur, a la isla Pavón, a intentar un intercambio pacífico con los paisanos y sentar un precedente de soberanía…

Luego por el oeste vino el Perito (Francisco Pascasio) Moreno…

Si… Pero lo de Moreno está muy vinculado a la política de exterminio y de apropiación de territorios que llevó adelante el ideólogo más importante que tuvo la Generación del ’80, por la juventud y por la inteligencia… que hay que reconocerle… Estanislao Zeballos. Con sus fundamentos Roca pudo presentar en el Congreso la idea de avanzar sobre los territorios de los paisanos. Y conseguir el dinero para las milicias... Zeballos era un muchacho de 25 años y fue el fundador de la colección de cráneos de los paisanos… Él impulsó al joven Moreno a hacer esos viajes, porque lo veía como su continuidad. Después del exterminio, él había hecho un reconocimiento de los territorios recientemente conquistados y escribió un trabajo muy interesante que es guía para los interesados en leer la historia antigua… (1) Tiene datos históricos muy importantes porque conoció en persona a los paisanos que se habían rendido, que habían luchado contra las tropas de Roca…

El Perito Moreno incluso trabó una especie de amistad con algunos…

Es tan difícil lo de Moreno… porque uno no puede decir que era un tipo con “mala entraña”… Digamos que obró como un traidor desde el punto de vista de (Valentín) Sayhueque… Porque éste lo recibió y supo que lo estaba usando para ver que había “más acá”… Otros estaban en contra de dejarlo pasar… y Sayhueque lo salvó más de una vez. Incluso la visita hacia estos valles, en 1869 y 70, fue hecha con gente que él le prestó… Entonces cuando se decepcionó de la postura amistosa que le mostró Moreno, si lo consideró un traidor estuvo bien… tenían razón los caciques que estaban en contra de que viniera… Para lo que fue el país de 1880 fue un gran héroe porque consiguió que estas tierras quedaran para Argentina, a partir de 1902… Pero para los paisanos, en el sentido de la amistad, la mano, el cobijo, la ayuda… no fue nada más que un traidor…

Para los que quieran comenzar a leer la historia en este Bicentenario ¿Qué libro recomendás?

Creo que el mejor resumen es Nuestros paisanos los indios, de Carlos Martínez Sarasola (2). Tiene unas 500 páginas y allí está explicado desde el proceso de la Conquista hasta los movimientos de liberación. La Revolución de Mayo y todos los pueblos originarios pasan bajo su análisis. Llega hasta los años 90 y el inicio de las organizaciones que están en el proceso de recuperación de territorios… El título está tomado de una frase de José de San Martín cuando iba a hacer su travesía a Chile y les pidió permiso a los caciques tehuelches para cruzar por su territorio. Allí arengó a sus soldados y les dijo “para liberar a los pueblos, si es necesario andaremos como nuestros paisanos, los indios…”

Y la tarde se fue, pero quedó la charla. También la reflexión sobre lo que somos y cómo debemos ver este “jolgorio” de los 200 años. Como siempre me sucede – desde hace unos… 25 años – cuando me iba de la casa del Chele no podía reprimir una anticipada nostalgia. Las ganas de regresar a entablar otra conversación con este cantor, trovador, poeta, escritor, historiador… nuestro. Espero viajar pronto para Esquel.



 (1) Viaje al país de los araucanos. Estanislao S. Zeballos. Ed. Elefante Blanco. ISBN: 9879223543
(2) Nuestros paisanos los indios. Carlos Martínez Sarasola. Ed. Emecé. ISBN: 950042636-6

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