El libro reúne crónicas que van de lo histórico a vivencias propias del autor. Pone de relieve la actitud de una resistencia centenaria. Y polemiza con algunas afirmaciones destinadas a la negación sistemática de un pueblo.
“Donde se practica opresión, la consecuencia casi lógica es la resistencia”, se lee en la contratapa del libro de Adrián Moyano.
“La historia, que ha sufrido la censura del transitorio triunfador, pide a gritos ser rescatada. Es ella quien alimentará la conciencia de mapuches y no mapuches, será la encargada de derribar los muros de la mentira y aportará a la construcción de una sociedad sin vicios, sin hipocresía ni desigualdad. (…) Este libro es un claro ejemplo”, dice el prólogo de Mauro Millán, werken, referente del pueblo mapuche.

El sábado 30, presentó su obra en la feria del libro que se realizó en El Hoyo, organizada por la Escuela 734 Cóndor Andino. En diálogo con el programa radial Awka Liwen (1), describió los ejes principales de su obra.
“En el título hay una línea que me parece fuerte: poner en relieve hechos, episodios y conductas de resistencia del pueblo mapuche. Se sabe que este pueblo no fue doblegado por la Corona española, sino recién hacia fines del siglo IXX por los Estados de Chile y Argentina con la Pacificación de la Araucanía y la Campaña del Desierto, dos eufemismos. Fueron invasiones lisas y llanas de dos estados en constitución contra pueblos que gozaban de su libertad hasta ese momento. ”
Editado por el autor en 2007, el libro es un viaje por distintas etapas de la resistencia de un pueblo – el mapuche – a la invasión que comenzó a sufrir a partir del siglo XVI. Mediante saltos cronológicos, llega hasta nuestros días.
“El libro pone de relieve no solo la resistencia militar sino también la cultural, con la persistencia de prácticas de la espiritualidad como el wiñoy tripantü (vuelve el sol, año nuevo mapuche) o los kamarikum (ceremonia ancestral colectiva) que en algunos sitios tuvieron continuidad y en otros se recuperaron hace unos años. Creo que en el marco de una cosmovisión que desnaturaliza al ser humano, economicista, consumista, poner de relieve otra con valores distintos es también un acto de resistencia”
Un buen marco de público escuchó con atento la exposición de Moyano en el marco de la Feria. Luego , el autor respondió preguntas. Cabe acotar que en El Hoyo el tema del pueblo originario no formaba parte de la “opinión pública” hasta hace poco más de un año, cuando se conformaron las primeras Comunidades: Lorenzo Pulgar Huentuquidel y Leopoldo Quilodrán. A estas se sumó luego la Francisco Monsalve – Quiñe folil (primera raíz) Puerto Patriada.
Con claridad y pasión, Moyano expuso los ejes centrales de sus Crónicas y dejó en el auditorio un ánimo de curiosidad por leerlas.

“Es interesante polemizar, revisar las posturas de la historia oficial con respecto a los pueblos originarios. Ensalzar figuras como la de Julio (Argentino) Roca… y hasta en la Justicia se ha dicho que algunas comunidades no tenían derecho a la tierra porque venían de Chile… Estos postulados lamentablemente todavía tienen demasiada vigencia y consecuencias políticas. Es más que necesario dar la discusión.”
“Donde hay poder hay resistencia”, dice el prólogo del autor. Y dice que para los mapuche fue así en los tiempos de la Colonia y después frente a chilenos y argentinos, con los grandes Toki (orientador de la resistencia) Leftraru o Kalfükura. Luego fue contra la escuela y la Iglesia , con el wiñoy tripantü y los machi. Ahora son tiempos de Benetton y Repsol, y la resistencia son las comunidades y la organización.
El texto va y viene del siglo XVI a nuestros días – o a las míticas serpientes Kay Kay y Treg Treg – con precisión y soltura.
Su lectura nos muestra que la resistencia no cesa. En nuestra región tenemos ejemplos claros de su vigencia. Prueba de ello es que cada tanto se escucha (o se lee) la consigna del Toki Leftraru (Lautaro) cuando avizoró la invasión y el despojo: Marici wew (diez veces estamos vivos).
Nelson Ávalos
(1) Awka Liwen. Programa radial de la Red de radios campesinas que se emite los sábados de 10 a 12 por FM Alas 89,1, de El Bolsón (http://www.fmalas.org.ar/); Radio Petü Mogueleiñ 88,7, de El Maitén; Radio de la Tierra 100.1, de Cuesta del Terneo; y la Cabina Radiofónica, de El Pedregoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario