Al pie de la montaña, en la meseta, hay una radio, o dos, o miles.
Tantas, como posibilidades hay de soñar.
Nace, y los nehuenes que la fortalecen, dibujan formas nuevas.
Y viajan, acurrucadas junto al viento.
Viaja la voz, viaja la palabra.
Callamos para escuchar otras lenguas, otras formas, otros mundos.
Callamos para oír a los que siempre fueron callados.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

MEDIDA DE SENASA VIOLA DERECHOS DE UNA COMUNIDAD MAPUCHE

Bariloche, 21 de diciembre de 2010.    

Decomisaron chivos de lof mapuche en Bariloche

Responsables del Senasa local dispusieron el decomiso y la faena de 33 animales menores del lof Sayhueque que pretendíamos comercializar en forma directa con vecinos de la ciudad, como es práctica tradicional para esta fecha. La medida de gobierno se aplica por presunta violación de normas específicas para el traslado de animales en pie, la que prácticamente ningún pequeño productor de la región está en condiciones de cumplir porque las reglas están diseñadas para regular el mercado fuerte de la carne.

Ayer a la mañana, en Dina Huapi, fue secuestrada por la policía rural la carga de animales cabríos que transportaba un miembro del lof Sayhueque de Colitoro, ubicado a 80 km de Jacobacci. Esta carga sería faenada mañana por la mañana, según informaron responsables del Senasa local, desconociendo nosotros el destino final de la carne.
Por su parte, el lof presentó hoy un recurso ante el Senasa para suspender toda medida que consideramos violatoria de derechos específicos de los pueblos originarios, especialmente el de desarrollar una actividad económica y productiva de acuerdo a las pautas y prácticas culturales propias, que no son las del mercado de la carne fuertemente concentrado por un solo frigorífico en la zona andina.

A principios del 2009, se desató otro conflicto con el Senasa en relación a derechos territoriales del lof  Sayhueque. En aquella oportunidad, autoridades del organismo con asiento en Roca otorgaron una medida solicitada por el lof y el CAI que después, un funcionario del Senasa de Jacobacci no la acató y, en cambio, la aplicó en contra de los intereses del lof. Ese incidente dio lugar a actuaciones penales y administrativas por abuso de autoridad y discriminación.
De todos modos, el CAI mantuvo una actitud de diálogo con el Senasa en vistas a que -- tal como recomendó la OIT al estado nacional argentino-, todos los estamentos de la administración pública adapten sus normas a las del derecho internacional de resguardo y protección concreta de los derechos de los pueblos originarios. Esta voluntad de diálogo quedó plasmada en un encuentro realizado a instancias del INADI en diciembre del año pasado en Bariloche.
Un año después, este secuestro y faena dispuestos en perjuicio de los bienes del lof Sayhueque nos indican que el Senasa continúa en la práctica protegiendo el mercado concentrado de la carne y ejerciendo presión económica contra la gente nuestra como parte del plan de expulsión del campo.


Estos 33 chivitos del lof Sayhueque, que no podrán ser comercializados en los barrios de Bariloche, son representativos de la realidad de la producción de la gran mayoría de los pequeños productores del campo en la región. La batería de normas del Senasa, junto con la de Ganadería de la provincia de RN, obligan sistemáticamente a la clandestinidad de las pequeñas operaciones comerciales y condena a la ilegalidad de un porción del mercado de la carne, el pelo, la lana y los cueros, base tradicional de la economía familiar de la gente nuestra.
Tanto es así, que tampoco es posible que un vecino de Bariloche reciba un animal en pie de su propia familia del campo, interfiriendo en relaciones y lazos que mantenemos entre nosotros más allá del valor del mercado.
A la vez, impide que muchísima gente del campo que hoy puebla las ciudades pueda acceder, así sea una vez al año, a un animal criado con técnicas de pastoreo natural.

Finalmente, sobre el caso puntual del decomiso y carneada ilegítimos, exigimos la transparencia del mecanismo de aplicación de sanción contra el lof Sayhueque. Queremos garantías reales de comprobación de la quema o de la faena, así como también certificaciones del destino final del decomiso. No queremos que esta injusticia contra el lof sirva para el festejo de nadie.

CAI