Al pie de la montaña, en la meseta, hay una radio, o dos, o miles.
Tantas, como posibilidades hay de soñar.
Nace, y los nehuenes que la fortalecen, dibujan formas nuevas.
Y viajan, acurrucadas junto al viento.
Viaja la voz, viaja la palabra.
Callamos para escuchar otras lenguas, otras formas, otros mundos.
Callamos para oír a los que siempre fueron callados.